Unas instantáneas del momento cumbre del toreo de Félix Jesús Rodríguez cedidas por José Ramón Santos y Noelia Muñoz.
martes, 30 de diciembre de 2014
Cuando las muñecas expresan la magia
Magia, ese encanto o hechizo que algunas personas ejercen sobre otras. Pero la magia no sólo es eso. Sino que la magia engloba muchos aspectos, entre ellos el taurino. Y mágico fue el momento que regaló Félix Jesús Rodríguez a sus amigos, en su placita de Llanomojao. La magia surgió de sus muñecas para inspirar el toreo más artístico. El toreo que solo unos cuantos logran hacer. Ese toreo que embruja y enamora, que alimenta el alma más hambrienta. Ese toreo que sueñan muchos y que cuando lo ves realizado te transportas a otra galaxia. A una galaxia en la que solo juegan los grandes, en esta ocasión, en la que torean. Es una pena que este hombre de plata no ha llegado a ser de oro, pero de oro de 24 quilates, no del baratillo, sino del que se paga su precio por poder ver ese arte que derrocha cuando coge el capote y la muleta.
Para los aficionados taurinos no hay mejor Navidad y mejor final de año que la fiesta de Llanomojao. Cuando culmina la temporada taurina se espera deseoso que llegue el último sábado del año, para acercarse hasta Alamillo y concretamente a casa de Félix Jesús y disfrutar de una jornada taurina, en el que el toreo del caro se puede apreciar. Un toreo que enamora desde el primer lance al último. Gracias a su peña todos los años es posible tal evento. Se vive una mañana con grandes sentimientos y emociones que no es fácil olvidar, y enseguida estás deseo que llegue pronto el año que viene para poder estar presente en algo tan mágico como el toreo en Llanomojao.
El pasado sábado, los astros se confabularon para que de las muñecas de Félix Jesús Rodríguez volviera a surgir esa magia de unos capotazos lleno de inspiración, de gracia y de torería. El deleite llegó cuando cogió la muleta, toreo del puro, con esencia a Alcudia. Nunca una tierra ha cosechado tantos áromas de toreo exquisito. Los paladares más refinados se dieron cita en el tendido y a todos puso de acuerdo. Su toreo recreo una faena de pura esencia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)